Cuando el LHC (Gran Colisionador de Hadrones, por sus siglas en inglés) del CERN esté completamente operacional, acelerará en un conteo circular protones a energías de 7 TeV, la partícula de energía más alta jamás alcanzada por ingenio humano. Para los estándares macroscópicos, 7 TeV (1*10E-6) es muy pequeño, pero cada haz producido, podría incluir en última instancia, cerca de 3*10E14 protones, de ir mal, podrían dañar seriamente el LHC y los delicados detectores de partículas que el acelerador hospeda. Por esta razón, como se describe en la nueva publicación de Robert Appleby (Beam-related machine protection for the CERN Large Hadron Collider experiments) y sus colaboradores del CERN, el LCH incluye un elaborado sistema de seguridad que regula los haces, los monitorea, y los deposita fuera de zonas de peligro, si es que estos pierden su curso. Para darnos una idea de lo complejo que es este sistema, los autores señalan que 17 subsistemas distintos deben emitir de manera continua un "OK" virtual al procesador central o el haz será depositado fuera del sistema., Además de describir los sistemas de seguridad, Appleby y su equipo calculan como los haces podrían responder a varios posibles accidentes (una inapropiada configuración del campo magnético, por ejemplo) y se preguntan si el sistema de protección podría responder de forma rápida y precisa para evitar el desastre. Aunque bien sabemos, que ningún sistema puede proteger contra todas las fallas, los investigadores concluyen que el acelerador y sus detectores asociados son tan seguros como razonablemente podría esperarse. Aunado a los estudios simulados, los científicos están evaluando el sitema de protección con haces de 3.5 TeV los cuales están incrementando gradualmente su intensidad.
Para Saber Mas:
Robert B. Appleby et al.
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