Antecedentes
Mucha gente podría sorprenderse al enterarse que en la era posterior a la Segunda Guerra Mundial, casi todas las manzanas que se vendían en EEUU estaban tratadas con plomo (Arseniato de plomo, de hecho). Esto se realizaba para proteger la fruta del gusano de la manzana, cuyas larvas podrían realizar agujeros dentro de las manzanas. Si no se controla, la larva podría dañar grandes porciones de la cosecha de manzanas. Las manzanas tratadas fueron sujetas a un proceso de lavado ácido para remover los residuos de plomo que pudieran ser aptas para consumo. La FDA (Food and Drug Administration, Administración de Alimentos y Medicinas, agencia estadounidense) monitoreó los niveles de plomo en las manzanas y sus subproductos de forma cercana, durante esta época para asegurar que el arseniato fuera removido de forma adecuada, Eventualmente, se desarrollaron otros plaguicidas para controlar este gusano.
Dos fuentes significativas indirectas de plomo en la dieta del ser humano del siglo XX fueron la gasolina con plomo y las latas soldadas con plomo. Los vehículos que utilizaban esta gasolina, producían (Obviamente) emisiones conteniendo plomo, las cuales se acumulaban en el ambiente y le agregaban cantidades importantes de plomo a los cultivos y a los campos donde los animales pastaban. En 1973, en respuesta a los estándares de reducción de plomo, la EPA (Environmental Protection Agency, Agencia de Protección Ambiental, agencia estadounidense), comenzó a eliminar progresivamente la gasolina con plomo. Esto resultó en una caída significante en el plomo ambiental.
Otro paso importante comenzó a finales de la década de 1970, con la conversión gradual de la industria alimenticia de latas con soldadura de plomo, a latas con soldadura sin plomo. Esta conversión se completó en 1991, y en 1996, la FDA prohibió la venta de alimentos envasados en latas con plomo.
Estructura cristalina del plomo
Exposiciones aisladas
Mientras los esfuerzos para reducir la exposición al plomo en el régimen alimenticio han sido exitosos, algunos consumidores o grupos de consumidores pueden encontrar de forma ocasional alimentos conteniendo niveles significativamente elevados de plomo. La mayoría de tales incidentes son aislados e involucran productos que los inmigrantes transportan como parte de su equipaje o son productos importados en cantidades pequeñas.
En 1994, la FDA comenzó a encontrar dulces mexicanos empacados en materiales conteniendo tintas de impresión a base de plomo. La mayoría de esos materiales fueron diseñados de forma tal que la tinta estuviera en la superficie externa o entre las capas de laminación y en consecuencia, no presentara migración hacia el dulce. Desafortunadamente, unos materiales estaban diseñados de forma paupérrima o presentaban defectos en sus materiales, lo cual permitió que cantidades significativas de plomo migraran hacia el dulce.
Al mismo tiempo que la FDA realizaba el escrutinio en los materiales de empaque, comenzó a analizar una gran cantidad de dulces mexicanos que incluían en sus ingredientes tamarindo y chile, e incluso algunos sazonadores que incluían sal. El resultado de este análisis reveló que estos productos contenían una concentración mayor de plomo, comparada con el dulce tradicional, a base de azúcar, sin importar si el material de empaque contenía o no tintas a base de plomo.
Aunque la fuente precisa del plomo no fue establecida, los oficiales de la FDA conjeturaron que el elevado nivel de plomo podría deberse a que los ingredientes contenidos, fueron mínimamente procesados. Mientras que los procesos de manufactura para un ingrediente altamente refinado como el azúcar, esencialmente purifican el producto, ingredientes que son sometidos a un proceso mínimo tienen mayor probabilidad de retener algunos niveles de contaminantes, tales como impurezas del suelo o plomo en polvo, de su ambiente de crecimiento.
En 1995, la FDA publicó un documento guía en forma de carta a los manufactureros, importadores y distribuidores de dulce importado y material de envoltura. Este texto trataba de los hallazgos relacionados en las tintas de impresión y el problema del plomo en los dulces, asimismo, urgía a los miembros de la industria a abstenerse de utilizar estas tintas en sus materias de empaque e informarles que la FDA considera que los materiales de empaque que permitan la migración de plomo a un alimento, estarán violando el Acta Federal de Alimentos, Medicinas y Cosméticos (Federal Food, Drug and Cosmetic Act) y serán sujetos a que la FDA aplique una acción en su contra. En respuesta a esta carta, muchos manufactureros cambiaron sus diseños para ya no utilizar tintas con plomo.
La tolerancia establecida es de 0,5 ppm (Partes por millón) en materiales de empaque y en azúcar (Ingrediente principal en dulces). Era del conocimiento de la FDA que algunos dulces contenían cantidades importantes de ingredientes menos refinados, como chile en polvo, el cual puede contener niveles más altos de plomo que los ingredientes refinados, y les recordó a los manufactureros de esos productos que necesitaban establecer controles para asegurar que el uso de esos ingredientes no resultara en niveles inaceptables de plomo en el dulce.
En los siguientes años, la FDA alcanzó un mayor entendimiento de las medidas que podrían tomarse para reducir los niveles de plomo en los dulces con chile y/o tamarindo, y determinó pasos adicionales para reducir el peligro de consumo de plomo por los niños. Con esto, la tolerancia se redujo a 0,1 ppm, en marzo de 2004, con otra publicación de esta agencia, reiterando que la reducción continua de los niveles de plomo en los alimentos era en interés de la salud pública.
Referencias
Guidance for Industry – Lead in Candy Likely To Be Consumed Frequently by Small Children: Recommended Maximum Level and Enforcement Policy
FDA Website
Supporting Document for Recommended Maximum Level for Lead in Candy Likely To Be Consumed Frequently by Small Children
FDA Website
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